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jueves, 1 de julio de 2010

EL BOLETIN DEL VIGILANTE. Nº 2 Julio-2.010

Como habéis tenido ocasión de comprobar, en Internet ha nacido un boletín de publicación mensual que versa sobre los derechos y los intereses profesionales de los vigilantes de seguridad privada. En el mes pasado, Junio, hicimos una pequeña exposición sobre la actualidad de nuestros problemas e inquietudes, de los que, hoy, en un tono sin duda ya más prosaico, decir que no son otros que padecer los desmanes de un sector empresarial constituido en su cúpula en gran parte por jefes procedentes del alto mando policial y militar, gente que sabe mucho de la aplicación de la disciplina pero poco de los derechos de los trabajadores, eso cuando en la cúspide, sobre todo de algunas de las grandes empresas, no se encuentran detrás apellidos directamente relacionados con alguna de las 1.400 familias que dominan el sistema financiero y social del país, y que en su mayoría no son sino las grandes fortunas amasadas durante el franquismo.

Este sistema sectorial, ha degenerado con el tiempo en una especie de ensaladilla en la que se entremezcla el paramilitarismo, el concepto de empresa, los de policía privada y conserjería, el ámbito administrativo estatal y el ánimo de lucro empresarial, alguna multinacional y empresas piratas de conserjes y la ideología fascista, y donde las funciones del personal se funden como los ingredientes de un gazpacho y una secretaria tanto vale para llevar la administración como para dar órdenes operativas a los vigilantes desde un puesto de Control, un inspector tanto para ejercer de sargento chillón como para hacer recados a la empresa o llevar camisas a los servicios de los vigilantes, y ni ellos mismos saben en la mayoría de los casos si deben o no poseer la chapa de vigilante; donde en muchas empresas, sobre todo pequeñas, no se sabe distinguir entre el dueño de la empresa, el director, un Jefe de Seguridad, si es que lo hay, un jefe de servicios o un jefe de personal; donde no se sabe quién se encarga de revisar las facturaciones cuando un mes sí y otro también, se reclama que falta dinero en las horas, donde nadie sabe sus verdaderas funciones en medio de todo ese galimatías y donde un vigilante tanto sirve para practicar una detención de un peligroso delincuente como para poner en el parte que en las rondas nocturnas de un edificio se observa que gotea agua de la cadena de un water o para barrer la nieve del aparcamiento de un centro comercial con la chapa puesta y todo (sí, sí, ese es un caso real y no muy lejano en el tiempo; sin ir más lejos, de este invierno) y donde en el ámbito operativo de los vigilantes se mezcla la aplicación de leyes tan dispares como las incluídas en diversas ramas del procedimiento administrativo, el procedimiento laboral, el procedimiento penal y en ocasiones, hasta el civil; y si me apuras, en algunos casos nos tratan de imponer hasta una aplicación burdamente manipulada y engañosa de algunos aspectos de las ordenanzas militares, tales como por poner un ejemplo, en un paralelismo a las obligaciones del centinela, la amenaza de un pretendido e inexistente “abandono de servicio” si no te llega un relevo y te quieres marchar después de estar harto de esperarlo y pedirlo reiterada e infructuosamente porque el alcohólico de turno no se presenta al servicio; pero de esas cosas tiempo habrá, y desgraciadamente ocasiones también, de volver por esos fueros.

Existe una triple dependencia en la realización de las funciones de los vigilantes: de la empresa, del cliente y del Ministerio del Interior, mezclándose los intereses mercantiles de la empresa, los privados del cliente y las obligaciones del vigilante dimanantes de las Leyes de aplicación; y si me apuras, también existe una cuarta dependencia, no por ilegítima menos real, derivada de los caprichos y los intereses del personal del centro de trabajo del cliente; y en una estrepitosa colisión de todas esas dependencias, no sólo recibimos órdenes que vulneran nuestros derechos, sino que también las recibimos que vulneran abiertamente la Ley, en muchos casos de un ordenanza o de cualquier individuo vestido con un mono sin la más mínima formación en materia de seguridad, del cual depende en muchos casos nuestro puesto de trabajo en función de lo bien o lo mal que le caigas y que no distingue un vigilante, de un intruso con porra, de un guarda ilegal sin chapa, de un mal llamado auxiliar, o de un conserje disfrazado de vigilante.

Fruto de toda esa confusión y de la nula formación que las empresas de seguridad procuran a su personal (la formación supone gastos, y por tanto menos beneficios en una empresa cuyo único objetivo es el ánimo de lucro), la mayoría de los inspectores, cuando colisionan con un vigilante, no es que actúen de mala fe al servicio de las empresas; es que ni ellos mismos conocen sus verdaderas funciones, y los vigilantes no distinguen en muchos casos conceptos tan básicos para el desarrollo de su función como el Convenio, de la Ley o el Reglamento de Seguridad Privada.

Por otra parte, lustrosos jefes de servicio y más de un inspector conozco yo que en sus tiempos de vigilante eran temibles chivatos y acosadores de compañeros, hábiles manipuladores en los servicios hasta convertirse rápidamente en jefecillos de equipo no nombrados realmente e iniciando así una meteórica carrera ascendente entre los mandos intermedios. Como decíamos en el anterior boletín, en las plantillas también hay honestos jefes que para nada practican ni han practicado nunca el abuso ni la marrullería en la relación con los vigilantes, pero esos no son el objeto de nuestra atención; por ello, en nuestras alusiones nos centramos exclusivamente en los primeros, no en el colectivo en sí.

Y por último: a ver si alguno de esos sindicalistas que se jactan abiertamente en público de ideología fascista nos explica algún día qué pintan ejerciendo de representantes de los trabajadores en sindicatos de ideología socialista y comunista, y qué hacen en ellos, aparte de cobrar las horas sindicales.

¿QUE ES LA CERBATANA SINDICALA?: Ante toda la situación caótica de nuestro sector que se acaba de exponer, la falta de abordamiento de la misma por parte de nuestros sindicatos y las nefastas consecuencias para nosotros que todos conocemos, un grupo de compañeros formados y de honestidad probada, al amparo de los constitucionales derechos de libertad de expresión, reunión y más adelante, de asociación, están dando forma jurídica a una cooperativa sindical de y para vigilantes de seguridad, y solamente vigilantes, en la que, entre otras cosas, no se cobren horas sindicales ni existan liberados, donde el único interés sea la defensa eficaz de nuestros derechos con planteamientos rigurosos, y que disponga de unos estatutos blindados que eviten actitudes ambiguas y torticeros ejercicios de un sindicalismo falso que lo que hace realmente es dar cobertura a los abusos de las empresas; el trabajo se desarrollará exclusivamente desde la propia entidad, por lo que no se presentará a elecciones sindicales, que desembocan en comités de empresa que en la mayoría de los casos no son sino apéndices de los departamentos de administración.

Aún nos encontramos en pleno proceso de constitución pero ya contamos con nuestro boletín mensual, en el que abordaremos generalidades y diversas puntualizaciones sobre aspectos de nuestra problemática actualizada y de nuestr blog. En breve abriremos sobre temas de nuestro interes foros de debate y ya contamos con un buzón confidencial de consultas particulares para asesoramiento mediante correo electrónico con el fin de realizar un servicio de seguimiento de cada problemática que se nos confíe, así como elaboración de escritos e incluso denuncias que puedan ser complicados de redactar con el fin de ayudar y orientar a todos aquellos que padezcan situaciones no deseadas en su puesto de trabajo o en la relación con su empresa o el cuadro de mandos, para lo cual contamos con el debido asesoramiento especializado. Dicho correo electrónico es lacerbatanasindicala@gmail.com y allí podeis dejar mensajes en caso de precisar cualquier tipo de amparo y nos pondremos en contacto; con el fin de garantizar la confidencialidad, quien así lo desee, no es necesario que se identifique con su nombre, ni el de su empresa. La Cerbatana Sindicala se encuentra abierta a todos sin distinción de clase o ideología, se inspira desde la más absoluta independencia y no tiene lazos con ningún sindicato. No es un sindicato en sí misma, pero sí pretende complementar las carencias existentes en el sindicalismo de nuestro sector.

El objetivo inmediato es la simple difusión de su existencia, así como fomentar la comunicación entre los vigilantes de seguridad y la movilización de todos aquellos que sientan que de una u otra forma se vulneran sus derechos. Más adelante se podrá hablar de crecimiento. Hoy por hoy no se pretende captación de afiliados ni se cobran cuotas, puesto que no son necesarias al actuar de forma altruista desde el voluntariado, sin que ninguno de sus colaboradores se lucre por ello y al mantener su infraestructura dentro de la red de Internet, sin espacio físico que implique gastos de ningún tipo. Por ello, su proyección es hacia todo el colectivo sin que sea necesario afiliarse, y su actuación, gratuita, incluída la implicación en problemáticas particulares relacionadas con el puesto de trabajo.

Feliz verano a todos.

LA CERBATANA SINDICALA.